El objetivo principal del BACHILLER (al igual que el de la ESO) es dotar al alumnado de las herramientas necesarias para su integración en la sociedad. Eso quiere decir que queremos formar personas emprendedoras, comprometidas, críticas, euskaldunes y plurilingües, además de personas sepan trabajar en equipo, resolver dificultades, responder a situaciones diversas y actuar con autonomía.
Para ello utilizamos metodologías activas, es decir, el eje y protagonista de nuestra metodología es el/la alumno/a, de modo que el profesorado se convertirá en compañero de viaje. El profesorado pasa de ser transmisor de contenidos a ser acompañante del alumnado o la persona que le ayudará a encontrar las herramientas que necesita en su proceso de aprendizaje.
Este planteamiento metodológico se plasma en el aula mediante la elaboración de proyectos. En otras palabras, el alumnado tiene que hacer frente a distintos retos en distintas asignaturas. Estos retos poseen distintas fases y cada fase se desarrolla de manera distinta: individualmente, por parejas, en grupo… Estos proyectos pueden ser disciplinares o multidisciplinares.