Empezamos el curso escolar de forma presencial hace unos días. Las condiciones impuestas a los y las peques durante el encierro no fueron fáciles y nuestro desafío fue brindarles una adaptación segura y cercana. Uno de los objetivos de la adaptación es proporcionar un apego seguro con las personas adultas de la ikastola, lo que les permitirá aprender, jugar, explorar el entorno y tener relaciones enriquecedoras con sus compañeros/as.
Al mismo tiempo como consecuencia de la COVID-19, la incertidumbre se ha mantenido y ha aumentado significativamente en nuestra vida diaria, en nuestro entorno, en la escuela y en todas las personas que formamos parte de ella; profesorado, alumnado, padres y madres, familia ... esto ha provocado que surjan diferentes emociones, miedos, dudas y nerviosismo; porque todos y todas queremos velar por la salud y la seguridad de nosotros/as mismos/as y de las personas que nos rodean, y al mismo tiempo teníamos el deseo y la necesidad de vivir esta especial “normalidad” que tanto se menciona.
En este momento, la organización requiere un gran esfuerzo por parte del personal escolar; cambiando formatos, inventando estrategias, haciendo nuevas agrupaciones, encontrando espacios, organizando horarios… porque las condiciones y los protocolos cambian día a día, lo que es válido hoy no es válido mañana y quizás mañana tampoco. Invertiremos mucho tiempo en esta labor y a partir de ahora tendremos que lidiar con todos estos cambios que suceden cada día, para aprender nuevas situaciones, para probar, para dar respuesta a necesidades y eventos de última hora. Aunque tratamos de hacerlo lo mejor posible, no siempre acertaremos, pero con el esfuerzo, las propuestas, las dudas y la información de todos y todas, corregiremos los errores y los traspiés, a medida que aprendemos.
Cada niño o niña tiene su propio carácter, tiene su propio ritmo y las personas adultas que nos rodean han iniciado el proceso de adaptación con estos en mente. Hemos compartido muchas reflexiones, inquietudes y demandas entre profesorado, madres y padres en las últimas semanas, mientras los niños y niñas han llegado al colegio con ganas de crecer, aprender, explorar, jugar, moverse y comunicarse. Ser, estar, alegría, cercanía, escuchar, dar un lugar a las emociones es lo que nuestros pequeños y pequeñas nos han pedido. Que demos igual de importancia a este momento que a las flechas, las mascarillas, los termómetros,...
Nuestros/as peques se han adaptado perfectamente a la mascarilla de la andereño , a los cambios que se han producido en los espacios, a los cambios en sus relaciones ... ¡esta vez también nos han dado una gran lección! El gran logro de nuestros pequeños/as ha sido el éxito de la adaptación de este curso, ya que este proceso va a ir siempre encaminado a buscar su bienestar.
Será importante que todos y todas trabajemos juntos/as , ya que el apoyo, la paciencia, el tiempo y las dudas serán esenciales en este año escolar 2020/2021 que recién comienza.