El miércoles 14 de febrero tendrá lugar la tercera conferencia del Tercer Ciclo Pedagógico. El Ciclo Pedagógico es un foro que pretende ofrecer una reflexión pausada a la que pueden asistir todas las personas que así lo deseen.
La semana siguiente toma la palabra Maider García Vicuña, de la asociación EMAIZE. Licenciada en Psicología y especializada en Sexología. Trabaja en EMAIZE desde 2002y es una de la autora del libro Sexualitatea Xirikatuz.
Sin duda, el tema que abordaremos el miércoles está en auge. Esta charla está diseñada para familias preocupadas por el impacto de la pornografía en sus hijas e hijos. Analizamos cómo la exposición precoz a la pornografía puede moldear la percepción sobre las relaciones afectivas y eróticas en la adolescencia. Además, daremos pautas claras para abordar este tema de forma eficaz en casa.
A través de los ejemplos y datos actuales, destacaremos los riesgos y las consecuencias negativas de la sobreexposición a la pornografía. Posteriormente, nos orientaremos a ofrecer estrategias prácticas para que las familias puedan hablar abiertamente de pornografía con sus hijas e hijos, fomentando un clima de confianza y comunicación.
Finalmente, destacaremos la importancia de la educación positiva y completa de los sexos como contrapeso a la influencia negativa de la pornografía.
La charla tendrá lugar a las 17.30 de la tarde. Recordad que son abiertas y que cualquiera puede acercarse a las conferencias. Además, habrá servicios de interpretación y zaintza.
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Entrevista a Alvaro Beñaran
Comenzamos el 3er Ciclo Pedagógico con Alvaro Beñaran. Hemos podido estar con él, y nos ha explicado los temas que se trataron en su conferencia:
Llevas más de 40 años trabajando con niños/as, profesionales y familias. ¿Cómo ha evolucionado la educación estas décadas?
Destacaría sobre todo cómo ha cambiado el ámbito educativo. Cada vez es más difícil educar; por un lado, se han perdido referentes. Es decir, antes sabíamos lo que es bueno y lo que es malo. Ahora eso no lo tenemos tan claro.
Por otro lado, y en la medida en que las personas adultas tenemos que decidirlo todo, recibimos demasiada información (debido a la ola de información que provoca Internet, por ejemplo). Esto lo podemos tomar como un lado bueno, porque hoy conocemos cosas que antes no sabíamos. Pero eso también nos genera muchas dudas. Cuanta más información, más dudas. Hay que saber buscar el equilibrio.
¿Qué importancia tiene la construcción de la identidad desde la infancia?
Como parte de una sociedad, debemos educar a personas con identidad propia y valores humanos para conseguir una sociedad basada en la solidaridad. Para ello, el trabajo de las personas adultas es imprescindible. Por ejemplo, si educamos a nuestros niños y niñas en el amor y el cuidado, ahí también estamos transmitiendo valores, lo que me parece básico e imprescindible. El niño o la niña adquirirá esos valores, sentirá que tiene protección y seguridad, y eso influirá directamente en su personalidad e identidad.
¿Qué podemos hacer los y las personas adultas? ¿En qué fallamos?
En este rol de adultos/as se pueden percibir dos riesgos: por un lado, exigirles un alto nivel de exigencia (por ejemplo, no dejarles hacer nada, poner demasiados límites...). Por otro, todo lo contrario: no tener límites, y dejarles por su cuenta. En este sentido, los y las adultas nos equivocamos con frecuencia de estas dos maneras, ya que antes utilizábamos el autoritarismo y ahora, les tratamos muy bien y no les ponemos límites. Eso supone que los y las niñas se sientan muy perdidas. En resumen, debemos llegar a un camino intermedio.
Tu intervención se ha centrado en cuatro ejes. ¿Cuáles son sus claves?
Debemos observar al niño o niña y tener en cuenta lo que está haciendo en diferentes etapas o momentos del proceso de desarrollo. Se puede decir que existen tres ámbitos de influencia. Por un lado, el relativo a la relación de las personas adultas con los niños y niñas, es decir, cualquier actividad que realicen -o no- conjuntamente (hacer deberes, jugar...). Por otro, y que a menudo olvidamos, el rol del adulto como modelo. De hecho, éste será el referente más directo del niño o la niña. Gracias a estos dos recursos autónomos que han recibido, los niños y niñas van a coger las herramientas y van a poder desarrollar su identidad.
Tenemos que garantizarles el amor a nuestros y nuestras niñas; a partir de ahí es cuando podremos aplicar los límites, las negativas, las normas...
En general, mantener el equilibrio educativo y garantizar el amor son las principales claves para el desarrollo de la identidad infantil, ya que éstos serán sus recursos para desarrollarse. A partir de esa base podremos poner los límites, las negativas, las normas...
En este sentido, muchas veces suelo decirles a los y las adultas que tienen que responder de forma diferente, atendiendo al punto en el que está cada uno. Es decir, a alguien muy exigente le recomiendo que actúe con más flexibilidad, y viceversa. Conviene reflexionar sobre la propia situación y actitud para que la educación sea lo más equilibrada posible.
