Dos patas y tres objetivos: garantizar el bienestar del alumnado en los ámbitos académico, emocional y social.
Nos hemos reunido con Mari Carmen Burgoa Badiola, Orientadora académica de ESO y Bachillerato de Armentia Ikastola para hablar de su día a día, y aunque reconoce que a la vuelta de marzo están “hasta arriba de trabajo”, porque se acerca el momento de que el alumnado deba decidir su futuro más inmediato, nos ha precisado que su labor comienza desde el “primer día del curso”.
A la hora de definir su trabajo con el alumnado que pueda encontrar dificultades en su currículum académico, Burgoa nos explica que, “aunque el objetivo de todo el alumnado es conseguir la titulación, no todos los alumnos y alumnas siguen el mismo itinerario, ya que cada cual tiene que recorrer su propio camino”. En este sentido, el servicio de orientación analiza y detalla las necesidades y oportunidades de cada alumno o alumna y realiza un seguimiento de las situaciones que se dan diariamente, “para poder realizar una propuesta al alumnado y a las familias”. Aunque el objetivo es conseguir esta titulación en la propia Ikastola, pueden existir casos en los que la mejor opción sea, por ejemplo, un ciclo de Formación Profesional, “ y conocer y proponer esas posibilidades es parte fundamental de nuestro trabajo” detalla la orientadora de Armentia Ikastola. La responsabilidad de este área no es exclusiva de M. Caymen, y Natalia (orientadora de la ikastola) también tiene mucho que decir en estos casos.
El papel principal del Burgoa se sitúa en la orientación académica. Los alumnos y alumnas deben tomar dos deicisiones cruciales en su desarrollo académico: a la hora de elegir el bachillerato, y una vez finalizado el bachillerato. Ambos procesos no empiezan cuando se abre el plazo de matriculación, “porque si lo hiciéramos siempre iríamos tarde”. El alumnado tiene que tener en cuenta diferentes variables a la hora de decidir sobre su futuro, y no hay que olvidar el peso que tiene una decisión así, la presión y el nerviosismo que genera: “es una decisión de mucho peso emocional, al fin y al cabo un o una adolescente tendrá que tomar dos decisiones que van a condicionar su futuro en un plazo muy corto, y aunque en algunos casos lo tienen muy claro, en otras muchas ocasiones tienen dudas”.
La labor del servicio de orientación consiste en realizar el análisis y elaboración de todas estas posibles alternativas a lo largo del curso, junto con el alumnado y la familia. “Es importante trabajar con el alumnado, fomentar su autonomía, tanto las familias como nosotras estamos para ayudar y asesorar en este proceso, pero la decisión tiene que ser suya, y deben tenerla clara”.
Por resumir, precisa Burgoa, “En ESO y Bachillerato se ayuda a cada alumno o alumna a diseñar su propia trayectoria académica, y teniendo en cuenta los deseos y características de cada cuál, le facilitamos información externa y le ayudamos a tomar decisiones. Asesoramos y ayudamos a las familias en sus dudas, inquietudes, etc. sobre la orientación académica de sus hijos e hijas”.