Estos proyectos ofrecen la posibilidad de aunar los procesos internos que vive el alumnado a través de la expresión artística, desarrollando así su creatividad y facilitando la expresión de lo que sienten y piensan a lo largo del proceso.
Para hablar de todo ello nos hemos reunido con Iñaki Lasa y Ane Muñoa, profesor de LH y profesora de Secundaria, respectivamente. La apuesta por esta asignatura no es nueva en Armentia Ikastola, y se reforzó hace 4 años. Iñaki nos hace un repaso de aquellos primeros años: «Llevamos muchos años en Primaria, diría que desde siempre, tomando la Dramatización como asignatura y ofreciendo una sesión de una hora en horario semanal. A menudo el tutor o la tutora de cada grupo se ha encargado de organizar las sesiones, pero en los últimos años se ha impulsado una cierta especialización y en los cursos de LH 4, 5 y 6 el mismo profesor dirige las sesiones de dramatización de todos los grupos”.
La dramatización es un primer paso en la Educación Artística, e Iñaki ha lanzado una interesante reflexión sobre los valores que se trabajan: “La aportación que se hace al alumnado es relevante. Puede ayudar a desarrollar y complementar las competencias básicas generales, tales como ser uno mismo, trabajar en equipo, aprender a comunicarse... Los contenidos que se trabajan son varios: lenguaje oral, cooperación, juegos cooperativos, juego dramático, gestión emocional, teatro, expresión corporal, memorización, lectura expresiva, improvisaciones, conciencia corporal... La Dramatización ofrece la posibilidad y el espacio para trabajar aspectos importantes que ayuden a educar al alumnado en su conjunto.
En cuanto a la organización de la materia, en el 2º ciclo de LH (4º 5º y 6º), en general, en cada evaluación se trabaja un proyecto principal y, sesión a sesión, su elaboración se completa con otro tipo de ejercicios y dinámicas. Por ejemplo, en 6º curso se ha completado el guión teatral de un cuento clásico en formato de bertso, con su correspondiente puesta en escena y representación. Este proceso se ha completado con varias dinámicas de trabajo colaborativo.
Si la dramatización es el primer paso, el siguiente reto del alumnado lo llevan a cabo en bachiller con la formación teatral, tal y como nos ha explicado Ane Muñoa: “el teatro se puede entender como una continuación de la Dramatización que se hace en Primaria. En el proceso de desarrollo del alumnado se pueden hacer importantes aportaciones desde estas áreas al desarrollo de la identidad, porque permite empatizar y ponernos en el lugar del otro y experimentar diferentes situaciones, además podemos desarrollar el euskera y la competencia oral, aprender a hablar en público, y por supuesto conocer la historia del teatro y del teatro vasco, y desarrollar la mirada y la sensibilidad como espectador. La materia se desarrolla durante 4 cursos escolares”.
En el Bachillerato, el área de Educación Artística se divide en 2 cursos y cada curso consta de 2 módulos. 1º de Bachillerato: expresión gráfica plástica experimental y Lenguaje y práctica de la música y 2º de Bachillerato: expresión audiovisual y Expresión corporal. Dentro del contexto racional que prevalece en esta etapa, se trata de un área que permite vivir otros procesos.
El trabajo que han realizado a lo largo de todo este tiempo les da perspectiva para hacer una valoración de la materia, y ambos lo tienen claro: la valoración no puede ser más positiva. En palabras de Ane, “Vemos al alumnado contento y satisfecho. Encuentran su momento para tomar aire, respirar y experimentar, y es una experiencia para avanzar en su desarrollo como personas”. La visión de Iñaki es similar, y destaca la aportación que hace esta materia al alumnado: “la valoración es positiva, ya que la Educación Artística en general y la dramatización en particular pueden aportar de manera relevante en el proceso educativo del alumnado. En estos últimos cursos estamos desarrollando, progresivamente, el currículo de Dramatización, concretando, probando actividades, experimentando...; consolidando la programación básica, en definitiva”.