Olga Busto es una de las trabajadoras que se encarga de la limpieza de la ikastola y ha explicado cómo han trabajado en los últimos meses.
¿Cómo os ha afectado la Covid-19 en el día a día del trabajo?
Hemos tenido que trabajar más; no en cantidad, pero sí con más intensidad. Dicho de otro modo, no hemos trabajado más horas de las acordadas, pero las jornadas han sido mas intensas. Sobre todo porque tenemos que poner más atención en lo que hacemos. Hemos tenido que ser muy minuciosas para no dejarnos nada. Pero en general, ha ido bien.
La situación que ha generado el virus ha exigido poner más atención en la limpieza, airear los espacios cerrados... ¿Cómo lo habéis llevado?
Sobre nosotras ha recaído una responsabilidad enorme. Por parte de la ikastola no hemos sentido ninguna presión, era más la preocupación de que alguien pudiera contagiarse porque dejáramos algún rincón sin desinfectar. Teníamos poco tiempo para limpiar todo: desde el mobiliario escolar a los pasillos, pasando por barandillas, suelo… Ha sido un no parar, pero siempre lo hemos llevado a cabo de buen humor.
¿Qué tiene de especial limpiar la ikastola? ¿Hay que poner atención especial en algo en concreto?
Siempre hay que tener más cuidado en la guardería. Como muchos niños gatean, hay más posibilidades de contagio. Eso significa que teníamos que limpiarlo todo, desde sabanas a juguetes; y con más frecuencia. A parte de eso, nuestro día a día depende de la actividad de la ikastola.
La limpieza no se puede hacer mediante teletrabajo. ¿Cómo ha sido trabajar durante estos meses?
Hemos trabajado con más intensidad, pero estamos contentas. La situación ha exigido cambiar nuestro modo de trabajo: acostumbrarnos a los protocolos de sanidad, reponer el gel hidroalcóholico en todos los sitios, desinfectar con más frecuencia e intensidad… Pero sigue siendo nuestro trabajo, y es lo que nos toca. Además, contrataron una persona mas a modo de refuerzo y eso también ha ayudado en el reparto del trabajo.