En el aula de dos años, los talleres experimentativos son una oportunidad maravillosa para aprender a través de la manipulación. A esa edad, los y las niñas tienen una gran curiosidad por todo lo que les rodea y ofrecerles experiencias para que exploren libremente es fundamental para su desarrollo. A través de la experimentación van comprendiendo cómo funciona el mundo, a la vez que refuerzan su lenguaje, su motricidad, sus relaciones y su capacidad de trabajar la atención.
Lo importante no es el resultado, sino el proceso: las preguntas que surgen, las risas, las sorpresas y las pequeñas consecuencias que cada uno va construyendo a su ritmo. Así, el aula se convierte en un pequeño laboratorio lleno de vida en el que ciencia y juego confluyen.
Las personas adultas les ayudamos desde la observación y el respeto, guiando con suavidad para que cada niño y niña descubra por sí misma. Las imágenes que compartimos reflejan esa magia cotidiana: las manos que experimentan, las miradas que sorprenden y los momentos llenos de emoción y aprendizaje. De hecho, en estos talleres no sólo exploramos materiales... exploramos el placer de aprender.